Hoy te voy a hablar de los precios de tus tratamientos de estética.

Esto es algo a lo que se le tiene más miedo que a una inspección de hacienda.

Algo que se hace a la hora de poner los precios es mirar a la competencia.

Si, yo voy a hacer el tratamiento X, pues miro cómo está el mercado y pongo algo parecido.

Ese es el precio.

Pero la mayoría de las personas olvidan el "valor".

Son cosas distintas.

El precio lo que paga, el valor lo que percibe.

Y, te diré algo, las personitas pagan por valor.

Si, quieres que se fije en el precio, cometes un error.

Haz que lo que perciban contigo, sea superior a la competencia, entonces, el precio pasará a un segundo plano, entonces el precio ya no será algo que sea decisivo a la hora de la compra.

Habrá público que sólo mirará el precio. Perfecto.

Ese público, es peligroso, porque no te está eligiendo por cómo tratas. Y, la base de tu negocio no es un precio, es lo que tú eres capaz de conseguir con la clientela.

Pero, hay público, que te elige por lo que le aportas tú que no recibe en otros sitios.

Y, ese es el público que tienes que conocer muy bien y enfocarte en captar.

Así, que mi consejo es que trabajes la experiencia, cómo se siente y no mires sólo un resultado. Analiza a la clientela de manera global y así, podrás ofrecer más valor que tu competencia.

Este es mi consejo de hoy.

Los tratamientos de estética natural y oriental aportan una experiencia positiva que fidelizan a los clientes y cualquier negocio que quiera sobrevivir tiene que enfocarse más en fidelizar que en captar.

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